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Dolor de oídos y otitis en niños: lo que debes saber
La otitis es una de las enfermedades más frecuentes en la infancia y consiste en una inflamación que puede afectar a diferentes partes del oído. Pero ¿cuáles son sus síntomas? ¿Existen diferentes tipos de otitis? Descubre en qué consiste y cómo actuar para combatir el dolor de oídos.
Aina Bastús
Audioprotesista, Logopeda. Responsable Pediátrica de Audika España.
Supervisión científica.
La otitis es una inflamación que puede afectar a diferentes partes del oído. Hay dos tipos de otitis: externa y media, que tienen origen, evolución y tratamientos distintos.
A pesar de ser una de las infecciones más frecuentes en la infancia, raramente la otitis ocasiona daños permanentes en el oído. Aun y así, la otitis debe tratarse de inmediato, con el fin de aliviar el dolor que provoca.
Otitis media
Las otitis medias se manifiestan, normalmente, por una complicación en el resfriado y los mocos. Las bacterias vienen del interior de la boca o de la nariz. Es frecuente que el niño empiece con un cuadro catarral y, con el paso de los días, el moco se acumule en la trompa de Eustaquio, el conducto que comunica la nariz con el oído. Finalmente, el moco se instala en el oído medio y se acumula hasta causar una otitis.
Normalmente, este tipo de otitis suele causar fiebre y un dolor intenso. Es habitual que los niños pasen una noche espantosa de llanto y fiebre, e, incluso, que el tímpano no aguante la presión y se rasgue o agujeree y el moco salga al exterior.
Curiosamente, una vez perforado el tímpano, la presión baja y el dolor remite, y los niños pueden descansar mejor. En la mayor parte de los casos, esta es la señal del inicio de la curación.
En caso de otitis media, casi siempre es necesario recurrir a los antibióticos, que siempre deben estar prescritos por el pediatra. Si la otitis no se resuelve en unos 10-15 días, el médico puede prescribir un segundo ciclo de antibióticos hasta su curación.
Qué tomar para el dolor de oídos
Algunos consejos a tener en cuenta durante la otitis son:
- Para aliviar el dolor de oídos al niño, se puede aplicar sobre la oreja del niño una bolsa de agua caliente envuelta en un paño, o bien un cojín que esté calentito.
- En el caso de que se trate de un lactante el que sufra dolor de oídos, se le puede aplicar sobre la orejita un pañito blando y caliente para intentar calmarle.
- Es importante mantener húmedo el ambiente de la habitación en la que el niño afectado por una otitis duerme. Un ambiente demasiado seco puede irritar las mucosas de la nariz y de la garganta.
Otitis externa
En caso de otitis externa, el niño siente picor y dolor, y tiene la sensación de tener la oreja tapada. Esto es debido a que la infección se localiza en la piel que recubre el conducto auditivo externo. El signo típico es el dolor al presionar el oído, ya que los niños se quejan de forma llamativa.
La causa más frecuente son los microorganismos presentes en el agua de las piscinas y el cloro o productos químicos que se echa para combatirlos. Por eso, también es conocida como otitis del nadador.
También influyen otros factores: la introducción de objetos en el conducto auditivo externo, el uso de bastoncillos que pueden producir heridas en el conducto y/o enfermedades dermatológicas, como eczema o psoriasis.
Por tanto, la humedad y las erosiones del conducto auditivo externo son las principales causas que predisponen a la infección. Si se toman algunas pequeñas precauciones, se pueden reducir las posibilidades de contraer una infección.
- Después del baño, es necesario mantener los oídos secos. Deben secarse con una toalla y facilitar la salida del agua de los oídos inclinando la cabeza hacia ambos lados.
- Se debe prestar atención a no introducir en la oreja del niño sustancias irritantes, como jabón o champú.
- Evitar el uso de bastoncillos para limpiar el cerumen.
Dolor de oídos en niños: cuándo dirigirse al pediatra
Hay que llamar inmediatamente al pediatra si:
- El dolor de oídos o las secreciones que salen de la oreja están acompañados de vértigos y ganas de vomitar.
- El dolor de oídos es muy fuerte y el niño grita de dolor o llora sin motivo.
- El niño tiene el cuello rígido.
- No consigue caminar normalmente.
- El dolor de oídos dura más de dos horas.
- De la oreja le sale una secreción purulenta.
- La fiebre es superior a 38 grados centígrados.
- Los síntomas no mejoran pasadas 48 horas del inicio del tratamiento.
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es cierto que esto no es algo común pero de vez en cuando pasa y esta vez nos toco a nosotros
tener cuidado