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Receta de Puré de ternera con hortalizas
Entre los siete y los ocho meses de edad el niño toma dos purés o papillas diarias, y ya se puede añadir al puré de verduras y cereales la carne, un alimento que le proporciona proteínas de excelente calidad, muy valiosas para el crecimiento. Al principio, la carne debe administrarse en forma de liofilizado o bien homogeneizada, dado que las fibras de esta, si están extremadamente fragmentadas, se digieren más fácilmente y no incrementan en exceso el volumen de la comida.
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Es importante, al introducir la carne en la dieta del bebé, hacerlo mediante recetas de purés y papillas que permitan mezclarla con verduras y hortalizas. De esta forma, el sabor de la carne es menos intenso, ya que se endulza con las verduritas, lo que facilita la aceptación de este nuevo alimento por parte del niño.
Seguidamente, te ofrecemos uns riquisíma receta de puré de ternera, una de las primeras carnes que se pueden dar al bebé, con hortalizas, nutritivas y muy sabrosas. ¿El resultado? Un puré saludable, dulce y apetitoso.
Ingredientes
- 25 gramos de carne de ternera.
- 1 cebolla.
- 1 remolacha.
- 1 zanahoria.
- 20 gramos de judías verdes.
- 20 gramos de guisantes.
- 1 cucharadita de aceite de oliva.
Preparación
- En primer lugar, cocer al vapor la carne de ternera y triturarla.
- Luego, pelar, lavar y trocear la cebolla, la remolacha y la zanahoria.
- A continuación, limpiar las judías y desgranar los guisantes.
- En un litro de agua hirviendo, cocer la cebolla, la remolacha, la zanahoria y las judías durante unos 10 minutos.
- Añadir los guisantes y seguir con la cocción durante 5 minutos más.
- Las verduras, una vez cocidas, se escurren y se pasan por el pasapurés: obtendremos un puré de verduras que uniremos a la carne triturada.
- Para finalizar, condimentar con el aceite de oliva y servir.
Cuándo introducir la ternera en la dieta del niño
La carne de ternera contiene proteínas, indispensables para el organismo, y es muy rica en hierro de fácil absorción. Este tipo de carne es una de las primeras que se pueden introducir en la alimentación del pequeño, a partir de los seis o siete meses, según indique el pediatra y, sobre todo, en forma de tarrito homogeneizado. Cuando la capacidad de masticación y deglución del niño mejora, alrededor de los nueve meses, se le puede empezar a ofrecer carne fresca, cocida al vapor y triturada.
La carne de ternera es una carne ideal para enriquecer las recetas de purés del bebé. Sin embargo, hay que tener en cuenta algunas indicaciones a la hora de elegirla, ya que los distintos métodos de cría y sacrificio dan lugar a diferencias significativas en el sabor, la ternura y la calidad de la carne.
Para respetar los cánones a los que estamos habituados, siempre conviene escoger carnes de ternera de origen español. En cuanto a la elección de los cortes, depende del empleo gastronómico que se le desee dar, pero es indudable que los cortes más magros, como el solomillo y el lomo, representan una opción ideal para el delicado estómago de los más pequeños.
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