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La piel del bebé es muy tersa, delgada, permeable y frágil. Es normal que presente enrojecimiento con cierta erupción cutánea, grietas o escamas en algunas zonas debido a la rozadura del pañal, la ropa u otros agentes externos.
LAS UÑAS. Mantenle cortas las uñas para que no se rasque o lastime.
EL PERFUME. Intenta no aplicarle colonia directamente en la piel, ya que puede provocarle reacciones alérgicas. Es mejor rociar la ropa con unas gotas de perfume, pero éste debe tener un nulo contenido en alcohol.
EL CAMBIO DE PAÑAL. Al limpiar la zona del pañal, utiliza agua y jabón. Seguidamente seca con cuidado la piel y aplica una pomada protectora en el área del pañal. Existen en el mercado muchas pomadas protectora específicas, especialmente desarrolladas para la piel del culito del bebé de 0 a 12 meses, período en el que la piel es más sensible a las rozaduras. A la hora de elegir el pañal para tu bebé, es fundamental que sea de calidad. El pañal debe ser hipoalergénico y muy absorbente, capaz de mantener la piel del pequeño libre de humedad durante el mayor tiempo posible. De esta manera, evitarás que su piel se irrite y que el bebé pueda llegar a sufrir molestas dermatitis.
LA ROPA. Es preferible que la ropa del pequeño sea de algodón o de hilo, los tejidos más respetuosos con su delicada piel. Al lavarle las prendas, emplea siempre detergentes especiales para bebés.
Si observas alguna alteración en su piel, no dudes en consultar al dermatólogo, al pediatra o al farmacéutico. Muchas enfermedades de la piel se inician a esta edad, pero pueden mejorar con un tratamiento adecuado y oportuno.