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“Este año, me estoy planteando si dejar a mi hijo en el comedor del colegio. Estoy un poco preocupada, porque no come nada bien: es muy caprichoso y tiene gustos difíciles…”.
Paula, correo electrónico
En general, hay que responder a las mamás que tienen dudas sobre si es adecuado o no que su pequeño se quede a comer en el comedor de la escuela que no hay que preocuparse. La experiencia de comer con otros niños suele tener el efecto de suavizar el comportamiento del niño.
Comer en el colegio es una oportunidad educativa, una ocasión única donde aspectos de la educación, la nutrición y la convivencia interactúan para ayudar a los niños a hacerse mayores juntos.
- Si el niño come en el comedor del colegio, tendrá la ocasión de probar alimentos distintos a los que consume en casa, aprendiendo a usar sus sentidos de forma crítica y ampliando el horizonte de sus gustos.
- El hecho de compartir la hora de comer con otros niños que comen alimentos que a él no le gustan puede despertar su curiosidad por alimentos que, sin un motivo justificado, no prueba en casa.
- Comer con otros niños favorece la formación de una convivencia adecuada, basada en el respeto a sí mismo, a los demás y a la comida.
- En el plano educativo, el hecho de tener que respetar unas determinadas reglas de comportamiento redunda en la calidad del servicio del comedor. Para que estas reglas se consoliden, es importante que, en casa, los papás también las refuercen.
- Es importante educar al niño para aceptar sin prejuicios lo que se le ofrece en la escuela, considerándolo una ocasión para mejorar sus hábitos.